Si la inteligencia no constituye una facultad separada del resto de facultades del hombre, lo mismo puede afirmarse y con mayor énfasis, de la afectividad. No existe algo que puede llamarse afectividad sino comportamientos afectivos frente a los estímulos. Consiste en una tonalidad o en una conmoción global, básicamente de agrado o desagrado, que acompaña a nuestras reacciones frente a los estímulos del medio. A veces la afectividad es algo secundario pero con frecuencia es el factor determinante del tipo y de la calidad de la reacción. Cuando estudiamos un tema científico nuestra afectividad nos va señalando el agrado o desagrado que nos produce el tema. Pero cuando nos enamoramos o cuando reaccionamos ante un insulto, nuestra afectividad ocupa la casi totalidad de la reacción.
Para la educación podemos señalar la incidencia positiva que puede tener la afectividad en el conocimiento en cuanto que intensifica el interés por ciertos temas e incluso llega a anticiparse al conocimiento.
Por tanto, insistimos en la necesidad de conseguir que se reconozca la importancia de la formación afectiva, tanto en la educación familiar y ambiental como en la escolar con la intención de que se supere la hipertrofia de lo intelectual y se asegure la formación de la personalidad con un sentido verdaderamente humanístico.Educación Afectiva. Regalos gratuitos
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4 comentarios:
Hola Ana, me encantan estos regalos, hacerlos. Hermosa reflexion amiga, un placer leerte siempre. Cuidate mucho.
mil gracias por regalarnos tan bellas y reflexivas letra querida y admirada amiga. Muchos besinos con todo mi cariño.
Hola, Ana. Con mucho cariño te doy un regalito por tu buen hacer en tu blog y que puedes recoger en mi blog:
http://nosenacemujermoraleda.blogspot.com.es/
Enhorabuena y un abrazo.
¡Qué post más bueno! Un abrazo ;-)
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