El Vestido Azul. Metáfora



En un barrio pobre de una lejana ciudad, vivía una hermosa niña. Sucedía que esta niña iba a la escuela muy triste por el estado de su ropa, que era muy vieja. Su maestra, observando su vestido y su tristeza, pensó cómo encontrar una solución. Aquel día se dijo a sí misma: "Es una lástima que esta alumna, buena y tímida, venga a la escuela en tan mal estado y tan triste. Quizás, con un poco de esfuerzo, la podría ayudar" Entonces resolvió comprarle un vestido azul, del mismo color de sus ojos.

Cuando la niña se puso su nuevo vestido, su madre se quedó atónita y no le pareció lógico que, con ese vestido tan bonito, la hija continuara yendo a la escuela sucia como siempre. Así que empezó a lavarla todos los días antes de ir a la escuela, cepillarle habitualmente su cabello y a cuidar con esmero su ropa.

Después de una semana, el padre le dijo a su esposa: "Mujer, siento vergüenza de que nuestra hija, siendo tan hermosa y yendo tan bien arreglada, viva más en un lugar como éste, que se está cayendo en pedazos. ¿Qué te parece si arreglas un poco la casa, mientras yo, en el tiempo libre, doy una mano de pintura en las paredes, reparo la fachada y planto un trocito de jardín? " Y así lo hizo la familia humilde.

Su casa se convirtió entonces en la más bonita de todas las casas de la calle. Los vecinos sintieron vergüenza cuando miraban las suyas, y entonces también se pusieron a reformar sus hogares. De este modo, todo el barrio mejoraba por momentos.

Poco después pasó por allí un político que, impresionado, dijo: "Es lamentable que las personas que se esfuerzan tanto, no reciban ninguna ayuda del gobierno."

Y desde allí se fue a hablar inmediatamente con el alcalde, solicitando una autorización para organizar un Comité que estudiara las mejoras necesarias para el barrio. De esta primera Comisión surgieron muchas otras, que empezaron a ayudar a la reconstrucción de barrios pobres por toda la Comunidad.

...¡Y todo comenzó con un vestido azul!


No fue la intención de aquella maestra arreglar todas las calles y establecer un organismo para ayudar a los barrios abandonados de toda la Comunidad. Pero ella hizo lo que pudo, dio el primer paso, y éste desencadenó toda la transformación.

Es difícil reconstruir un vecindario, pero siempre es posible regalar un vestido azul.

Ana

1 comentarios:

agueda dijo...

Es así,cada acto se encadena a otro la trama es infinita. Gracias y cariños