Existen estrategias de enseñanza que favorecen que gran parte de la responsabilidad del proceso de aprendizaje recaiga sobre el alumno, y que su trabajo sea el de APRENDER, no sólo el de estudiar.
El pensamiento crítico es un proceso que se propone analizar, entender o evaluar la manera en la que se organizan los conocimientos que pretenden interpretar y representar el mundo, en particular las opiniones o afirmaciones que en la vida cotidiana suelen aceptarse como verdaderas.
Son estrategias que se pueden aplicar con éxito a cualquier asignatura y a cualquier actividad en el aula, adaptarse a todas las edades y contextos, y que tienen como finalidad PENSAR PARA ENTENDER las cosas, entender COMPARTIENDO conocimientos y REFLEXIONAR y ANALIZAR lo que se aprende.
Fuente: Elvia Garduño Teliz |
10 técnicas sencillas para utilizar en el aula
- Hacer preguntas durante las clases, para estimular la curiosidad: “¿Qué pasaría si…”?, “¿Cómo es posible que…?”, “¿Qué harías tú en ese caso…?”, “¿Qué sabéis acerca de…?, y diseñar preguntas guía, que ayuden a reflexionar y clarificar los conceptos más importantes.
- Utilizar gráficos y oraciones sencillas que introduzcan o enfoquen el tema planteado.
- Exponer distintos puntos de vista acerca de un mismo tema. Por ejemplo un conflicto bélico contado desde la visión de cada uno de los bandos implicados.
- Activar la participación de todos los alumnos utilizando alguna técnica de “participación al azar”. Por ejemplo, escribir tarjetas con los nombres e ir eligiendo de una en una para contestar, preguntar o comentar durante la clase.
- Fomentar que los alumnos se conozcan entre ellos, que trabajen juntos y que utilicen la escucha activa, pidiendo que resuman con sus palabras lo dicho por otro compañero.
- Hablar menos para hacer que los alumnos piensen más, mediante paros en la clase para que trabajen y reflexionen sobre los temas que se han tratado.
- Utilizar el método socrático para hacer preguntas y organizar debates entre los alumnos sobre temas que generan controversia.
- Fomentar el trabajo colaborativo, a través de trabajos en pequeños grupos, donde a parte de completar la tarea solicitada tengan que previamente describir los objetivos, exponer qué estrategias utilizaron y cómo resolvieron sus problemas.
- Promover la “revisión por pares” de trabajos escritos, de manera que puedan recibir retroalimentación no sólo del profesor, sino de los compañeros,y así aprovechar los beneficios de la escritura y lectura activas.
- Utilizar la técnica de la clase invertida, donde los trabajos de lectura, documentación y búsqueda de información se realizan en casa, utilizando el espacio del aula para investigar, profundizar, practicar, resolver dudas y debatir sobre el tema tratado.
Conocer cuáles son las competencias que favorecen el desarrollo del pensamiento crítico, ayuda a profesores de todas las etapas a determinar en qué medida están interiorizando los alumnos estas formas de pensar y permite intervenir adecuadamente en este proceso.
Una guía que recoge de forma muy completa estos estándares y su forma de evaluarlos es la guía para educadores “Estándares de Competencias para el Pensamiento Crítico” de R. Paul y L.Elder, que podéis encontrar en www.criticalthinking.org, donde existen numerosos recursos en español para educadores de todas las etapas.Y es que ese debe ser el fin de la educación:
“La Educación no sólo es llenar una cubeta, es encender un fuego.”
—WILLIAM BUTLER YEATS
http://conticycorazon.com/pensamiento-critico-10-tecnicas-sencillas-para-utilizar-en-el-aula/
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