La empatía. Buenas prácticas escolares y sociales.



Últimamente oímos mucho en los Centros Escolares y en las Redes Sociales hablar sobre "empatía"

Pero ¿qué entendemos por la capacidad de ser empátic@ con los demás?


La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar de la otra persona y saber lo que siente o incluso lo que puede estar pensando.

 Las personas con una mayor capacidad de empatía son las que mejor saben "leer" a los demás, y acertar en las relaciones de los trabajos colaborativos. Son capaces de captar una gran cantidad de información sobre la otra persona a partir de su lenguaje no verbal, sus palabras, el tono de su voz, su postura, su expresión facial, etc.  (sus silencios, sus ausencias, sus contestaciones, sus chistes,...) Y en base a esa información, pueden saber lo que está pasando dentro de ellas, lo que están sintiendo.

En las relaciones escolares, ya sea entre alumnado, profesorado, familias y docentes de diferentes centros, pero unidos por proyectos comunes, resulta imprescindible para lograr una comunicación con éxito, ya que es la capacidad del ser humano para sentir con el otro, entender y aceptar sus estados emocionales y comprender las razones de su comportamiento.

Por el contrario, una deficitaria capacidad de empatía podrá dar lugar a problemas de índole interpersonal y de ajuste social. Así, valores como la tolerancia, el respeto y la solidaridad les resultan abstracciones ajenas a su forma de ver el mundo, sumiéndoles en un perpetuo egocentrismo e inmadurez social. En algunos casos, hasta llegan al punto de "ordenar" e imponer su personal punto de vista, en base a su experiencia que estiman consolidada,  y que auto-consideran "dogma de fe"


Si tanto dentro del seno de la familia, como el de la clase o el de los claustros (reales o virtuales) la toma de decisiones tuviera como foco los propios intereses, sin contemplar la perspectiva del otro u otra, pueden ocasionar a los demás lesiones a sus derechos y perjuicios sociales,  pueden llegar a convertirse en contundentes herramientas para imponer su voluntad a los demás, presionando, manipulando o directamente exigiendo comportamientos que satisfagan sus caprichos y apetencias.

Ser capaz de tener en cuenta al otro en dimensiones cada vez más profundas facilita las relaciones sociales y contribuye al desarrollo moral del individuo.



Componentes de la empatía 

 Los componentes esenciales de la empatía pueden resumirse en los siguientes cuatro bloques:
  • Ampliar la capacidad para detectar los estados de ánimo de los demás.
  • Identificarse emocionalmente con las personas que experimentan sentimientos y emociones de diversa índole.
  • Idear estilos de aproximación comunicativa (escucha activa, lenguaje positivo). 
  • Desplegar comportamientos eficaces para el apoyo y la ayuda prosocial. 

La mejora de la capacidad para empatizar con los demás consigue los siguientes efectos:
• Desarrolla notablemente la sensibilidad social. El individuo se hace cada vez más consciente del entorno social que le rodea. 
• El alumnado y profesorado se capacita para incorporar valores de índole proactiva, como la generosidad, el altruismo o la tolerancia, desencadenando toda la gama de comportamientos acordes con los referidos valores, y con ello se consigue que se produzca un mayor rendimiento en el trabajo, y un bienestar generalizado entre las personas que se relacionan en el proyecto.
• Contribuye a una mayor extensión y riqueza de la competencia social, laboral y personal.
El trabajo educativo en la mejora de la empatía 

Con alumnado joven (adscrito a cualquier ciclo de Educación Primaria) la promoción de la empatía se inicia cuando discriminamos las señales no verbales que reflejan las distintas emociones, y procedemos a su etiquetación, investigando cuál es el comportamiento competente ante las mismas. 

A medida que el alumnado, e incluso profesorado, avanza en su desarrollo madurativo, pueden emplearse técnicas proyectivas y juegos de roles que darán lugar a situaciones en las que podrán identificarse con distintos estados emocionales a la par que explorar todo tipo de argumentos cognitivos y reacciones emocionales observadas en los demás. 

 Fuente:FAD

3 comentarios:

Gerardo Rivas dijo...

Sobre la empatía prima por desgracia el egocentrismo, la envidia, el ansia de figurar,el estar en el medallero y ante todo y lo que es peor bajo mi punto de vista, prima la mediocridad, que por cierto abunda como lombrices en el subsuelo.

Ana Galindo dijo...

Totalmente de acuerdo! Gerardo Rivas. Aunque sabemos que hay mucho bueno, también conocemos la cara amarga e insidiosa de la no-empatía.
Besos

Carmen Salas del Río dijo...

Muy buen artículo Ana. Ponerse en el lugar de otras personas puede resultar difícil para muchas, pero no imposible porque también se puede aprender.
Los niños son esponjas y en este sentido los docentes podemos hacer mucho.
Que buena mejora del mundo que nos rodea podríamos conseguir poco a poco.
Un beso con abrazo.